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Cuando venimos al mundo estamos tan indefensos que necesitamos a nuestras figuras de apego para sobrevivir. Necesitamos que nuestra madre/padre o persona de referencia atienda nuestras necesidades ya que por nosotros mismos no podemos, no tenemos la capacidad de alimentarnos, de lavarnos o de atendernos emocionalmente de manera autónoma.

En base a cómo se establezcan nuestras primeras relaciones iremos construyendo una idea de cómo es el mundo, cómo son los demás y qué necesitamos nosotros.

Aquí se empieza a formar lo que será nuestro estilo de apego, es decir, la forma que tendremos de vincularnos con el resto de relaciones que tengamos a lo largo de nuestra vida, tal y como hablamos en un post anterior.
¿Tu pareja te quiere bien?

Los tres pilares de un apego seguro son la conexión emocional, la seguridad y la exploración.

Una relación segura es aquella en la que sientes que puedes expresar libremente cómo te sientes, encuentras seguridad en tu pareja para poder expresar tus necesidades, te sientes comprendida y puedes seguir creciendo en otras áreas de tu vida.

La conexión emocional tiene que ver con sentirte comprendida por tu pareja.

Tu pareja es capaz de entender tus necesidades, las respeta y puede atenderlas. Por ejemplo, si estás preocupada por algo entiende lo que estás sintiendo y respeta tu necesidad en ese momento. También atiende las necesidades que tienes respecto a la pareja: necesidad de cariño, de sentirte vista, validada, de hacer planes, de pasar tiempo en familia, etc.

Cada persona tiene unas necesidades respecto a la relación pero es importante que ambos miembros de la pareja conozcáis cuáles son vuestras necesidades y queréis que se atiendan.

La seguridad tiene que ver con sentir que tu relación de pareja es un espacio de seguridad donde puedes expresar lo que necesitas libremente.

Esto implica poder expresar tus necesidades sin miedo a que tu pareja se vaya, se enfade o no esté disponible. El acompañamiento emocional implica que tu pareja esté accesible y disponible. Por ejemplo, cuando necesitas hablar de algo que para ti es importante, ¿sientes que tu pareja está disponible y te presta atención?
¿Tu pareja te quiere bien?

Estar disponible implica que en ese momento pone el foco de atención en ti, te escucha sin interrumpirte, acoge tu emoción y no se desborda emocionalmente.

Respeta que te estés sintiendo así y no te exige que sea de otra forma, por ejemplo, no te dice frases como:

  • Te lo tomas todo demasiado en serio

  • No deberías ponerte así

  • Siempre te pasa algo

  • Yo no estoy para estas tonterías

  • Tengo que hacer cosas importantes

La exploración tiene que ver con la necesidad de seguir creciendo en las áreas de tu vida.

Esto puede ser traducido en descubrir cosas nuevas, conseguir nuevos retos, salir de la zona de confort, conocer a nuevas personas, en definitiva, sentirte capaz de explorar el mundo aunque ello implique espacios donde tu pareja no esté.

Esta parte estaría cubierta si tu pareja permite que explores el mundo:

  • Se muestra con disponibilidad, alegría y cariño cuando vas a hacer algo que para ti es importante aunque sea sin él/ella.

  • Entiende que pases tiempo individualmente con tus amigos, familia, en el trabajo, haciendo algún viaje o actividad.

  • Te acompaña a transitar los momentos que están siendo difíciles para ti y te anima a seguir.

En definitiva, tu pareja te está queriendo bien si es capaz de regular sus propias emociones, te sostiene y acompaña cuando lo necesitas, entiende y acepta tus necesidades y hace que sientas seguridad en la relación.